Abel Sánchez Giménez (x)

Un talento del arpa

por: Miguel Angel Rodríguez

Desde el Guairá han salido arpistas de extraordinario valor y la lista tiene a la cabeza al singular Félix Pérez Cardozo, seguido por Alejandro Villamayor, Cristino Báez Monges, Wenceslao Gómez, Sergio Cuevas, Pablito Morel Vázquez (y Prudencio Giménez.bgs).

También del Guairá y al influjo, quizás, de los aires del Ybytyruzú salió ABEL SANCHEZ GIMNEZ, un estilista de particular valor, nacido en Mauricio José Troche. Era un niño que por travesuras tocaba arpa, hasta que un tío le dio las primeras nociones musicales que le abrirían el camino para convertirse en arpista profesional.

Asunción y el mundo

Su primer conjunto, ya en Asunción, se llamó Los Hijos de la Selva y con él se marchó en su primera gira internacional para una temporada en el Uruguay. Cada presentación en el grupo era una experiencia que el joven arpista iba sumando para acrecentar sus conocimientos, lo mismo que las posibilidades que le brindaba un medio más exigente para sumar experiencias en su futuro artístico que se presentaba promisoria.

De vuelta al país, recibe una invitación de Juan Pablo Alfonso Ramírez, director del conjunto Los Indios, que se hallaba en Europa luego de concluir un contrato con Digno García.

Los Indios, un gran conjunto

Fue una formidable experiencia para Abel haber formado parte del conjunto de Juan Alfonso, exigente y disciplinado director que lograba el máximo rendimiento de su grupo, por entonces completado por Chinita Montiel y el requintista Julio Jara. Europa, Asia y Africa recorrieron numerosas veces, sin dejar prácticamente país sin visitar. El Olympia de París, la BBC de Londres, los teatros de El Líbano o Jerusalén, el maravilloso público de Japón y los shows en hoteles y salas variadas de espectáculos marcaron los años de contrato con Los Indios, al término del cual Abel Sánchez Giménez volvió al país con otras metas.

Concertista e innovador

El maestro Juan Caros Moreno González, gran impulsor de las comedias musicales, le animó a innovar artísticamente para convertirse en concertista de arpa, que desde entonces encaró con verdadero empeño de artesano.

Su primera actuación fue en el Centro Cultural Paraguayo-Americano con buen éxito de público y de crítica.

Paralelamente a sus esporádicas presentaciones en concierto, ha ido innovando el instrumento que con paciencia de orfebre ha modelado a su estilo lleno de sorprendente giros y modalidades.

Su arpa tiene componentes creados por él; la caja del instrumento es objeto de estudios para la instalación de las cuerdas a exacta distancia para un mejor sonido. Tiene un arpa de 75 cuerdas, que afina cromáticamente.

Admirador de Féliz Pérez Cardozo

Abel Sánchez Giménez también ha hecho un arpa con teclas laterales metálicas que le permite el paso inmediato de un tono a otro sin afinación previa y también es autor de un método de aprendizaje por correspondencia, que viene a completar su afán creativo.

A pesar de estas innovaciones, Abel Sánchez Giménez dice que hasta ahora no sido superada la interpretación y el arreglo de Pájaro Campana de Félix Pérez Cardozo. Conste que la grabación data de la década de los años cuarenta, sin alta fidelidad, ni profusión de canales, ni ecualizaciones especiales y un solo micrófono.

(x) Del DIARIO NOTICIAS (Arte y Cultura), 1 de setiembre de 1990 (Asunción, Paraguay).

Para mas información:

Correo electrónico (Email): arpapu@yahoo.com
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