Alejo Francisco Alvarenga (x)

por: Stilver Cardozo

Hijo de Casiano Alvarenga y Francisca Núñez, nació en Itá el 5 de octubre de 1903. Del padre heredó su aptitud y vocación musical, pues además de su oficio de peluquero era violinista.

Francisco demostró precozmente su sentido musical apenas cumplidos 11 años de edad (345). Sin salir de su ciudad natal ya ejecutaba el violoncello, luego la flauta y finalmente el violín. Siempre bajo la dirección de su padre surgió un conjunto musical integrado por jóvenes, entre los cuales se contaba su hermano Hipólito, ejecutante del trombón.

Es de notar que el sitio donde actuaba este conjunto pasó más adelante a ser un club, el Sportivo Iteño. En busca de mejores horizontes, Francisco se trasladó a la Capital. En Asunción siguió estudios musicales con el profesor Remberto Giménez. Siempre  con sus afanes de perfeccionamiento, se trasladó después a Buenos Aires donde hizo cursos completos de contrapunto y armonía. A partir de sus conocimientos académicos, pronto se brindó generoso en ayudar musicalmente a sus colegas que iban llegando a la gran urbe (346).

De acuerdo con Luis G. Benítez, al poco tiempo se destacó como un calificado orquestador, participando en la orquesta de José Asunción Flores donde sobresalió en calidad de violinista. Más adelante fue director de la orquesta de la Agrupación Folklórica Guaraní, de gran actuación en la conocida estación bonaerense Radio Belgrano. Con dicho conjunto orquestal participó en importantes grabaciones de nuestro folklore. Más adelante constituyó un conjunto musical, el Félix Pérez Cardozo, donde se forjaron un digno sucesor del extinguido arpista, Rodolfo Ortiz, y un cantante de grandes merecimientos, Teófilo Escobar.

Nenín, como era llamado, aportó al repertorio musical paraguayo numerosas piezas: Meditación, Plata yvygüy, La palomita, Vy´a hápe guare, Mandu´a rory, Marangatu, etc. Sus obras de mayor envergadura fueron inspiradas por la temática social, tales como Maiteípa che irü kuera, Ñande ry´ái repy kue, Ñambo paha ñorairo. Entre estas, fundamentalmente dos composiciones sobresalieron: Chokokue purahéy, con Mauricio Cardozo Ocampo, y Carne de cañón, una guarania con orquestación sinfónica con letra de Silvio Laterza, en homenaje a los protagonistas de la epopeya del Chaco.

Alvarenga falleció repentinamente en Buenos Aires el 29 de octubre de 1957, habiendo cumplido tan solo 47 años. Había formado matrimonio con Carmen Blanco. Su hijo Carlos heredó su vocación y llegó a ser director del Teatro San Martín de Buenos Aires. Debe destacarse que Carlos entregó a la Intendencia Municipal de Asunción, ya hace unos años, las partituras originales y arreglos musicales de su padre, entre las que se destacaron los de India y el vibrante Campamento.

345. L. Szarán. “Dicionario de la Música en el Paraguay ” Expolibro (Servilibro). 1997

346. Breve Historia de Grandes Hombres. Comuneros. 1986

(x) Del libro: Los 100 Paraguayos Notables del Siglo XX, por Dr. Rafael Masi Pallarés; diciembre 2001 (Asunción, Paraguay).


Cho cocué purajhéi

(Purajhéi)

Eí…yvy pora che recope oimé che kera yboty.

Eí…jha che paype a jhavi´ú a ñañua ipoty curú.

Co´angã, che carreta pe a rajhá mba´é repy, che syvá ry´ai poty.

Jhi´ante! tecové oisambyjhyva ñande retã rape rã,

vocoiké, jhesajhó ñanderejhé cho cocué tyre´y etá

uperö omimbine yaipotava yma güivé, ñande escudo moñe´ë jhára.

Jheñoima co´angã ñande apytepe mborayjhú yecopyty.

Jha neike ya jhypyi ñande ry´aipe ta jhoky jha ta ipoty.

Maymava paraguay ke pejhendú ore puajhë, ore cuera “cho cocué”.

Anike ipirú pe ndejhegüi cho cocué kera yboty,

oimeva opoñy pe nderejhé paraguay eté rugüy,

uperö oicovene purajhei avá ñe´ë, jha ogüene “cho cocué” y´ujhei..!

-recitado-

Neike che rymbá buey

yaipycúi ñande rapé

jha yajhake tenondé,

po´á ña jhenonde´á

opay páma los mitá

jha icueraima acã resygüi,

toryyá, ñembotavygüi

jhasype oye sape´á

ñanderejhéntema opa´ä,

Paraguay vy´a pavë.

I –bis versión castellana-

Eí...soy el hombre de la tierra que acaricia un sueño en flor.

Eí…y despierto lo protejo para verlo florecer.

Ahora, voy llevando en mi carreta a vender esta flor de mi sudor.

Quisiera, que el guíe los destinos de la Patria alguna vez,

contemple las penurias que sufrimos en la misera orfandad.

Y entonces con su hermosa realidad ha de brillar

nuestro anhelo de JUSTICIA Y PAZ.

Letra: Mauricio Cardozo Ocampo

Música: Francisco Alvarenga

Año 1938

Grabada en discos “ODEON” por el quinteto de Francisco Alvarenga cantando Agustín Barboza.

Grabada en discos R.C.A. VICTOR por Samuel Aguayo

Grabada por el conjunto “LOS INDIOS” en Europa.

(x) Del libro: MIS BODAS DE ORO CON EL FOLKLORE PARAGUAYO (Memorias de un Pychãi), por Mauricio Cardozo Ocampo. Edición del autor. lra. edición: 1972; 2da. edición: 1980 (Asunción, Paraguay).