Heriberto José Altimier

El Doctor Altimier primero de la derecha. Aparece también
en la foto Demetrio Ortiz (segundo en la izquierda)

El doctor Heriberto José Altimier, abogado penalista argentino, fue catedrático en la Universidad de La Plata, profesor de la Escuela Superior de Policía de La Plata en el área de Procedimientos Penales de la misma institución. Es autor de logradas composiciones musicales, entre ellas, ”Canto al Paraguay” y ”Sirena del Paraná”.

El doctor Altimier es un caballero de fina estampa, afable y cordial, y por sobre todo, una verdadera cantera de la historia musical paraguaya, motivo que nos obliga rescatar para el beneficio de las generaciones actuales y futuras y para que en el recuerdo se sepa valorar con justo honor a los cultores de nuestro acervo folklórico.

Conversamos con él –luego de postergados encuentros- en su estudio de Pueyrredón y Córdoba de esta capital porteña.

Lo hallamos rodeado de partituras musicales y álbumes de fotos y con el incontenido ímpetu que lo caracteriza nos dice: ”Estoy haciendo algo que va a ser una sorpresa, sé que es muy difícil, pero lo hago con el corazón en la mano, y está dedicado a uno de los hombres que más admiro en el mundo, al glorioso e inmortal Mcal. Francisco Solano López, a quien idolatro igual o más que a cualquier otro héroe de mi patria. Es una canción épica y ojalá me salga bien. En esto estoy…”.

-Estoy puliendo los versos y buscaré un amigo en Asunción, un buen músico como tantos allí los hay. Sin dudas, estos versos serán un homenaje más en mi pluma a tan noble pueblo que considero mi segunda patria.

-Desde siempre. Yo llamo desde siempre, cuando dejo mi pueblo que es Gualeguay (Entre Ríos) y vengo a Buenos Aires. De chico teníamos una inclinación hacia el Paraguay y cuando la guerra de su país con Bolivia todos los mozos jóvenes hacíamos votos para que ganara el Paraguay. Y por esta época nos reuníamos con todos los artistas paraguayos, de todos los credos políticos, en ese entonces no había tanta saña ni rigurosidad política, ni nada parecido, sino solamente amistad cultural, mejor diría, compañerismo.

-Mire, no tendría suficiente tiempo ni espacio para nombrarlos a todos, pero ya que el diario HOY me brinda esta oportunidad y si la memoria no me es ingrata. En mi casa vivían muchos artistas, como el padre de la guarania, José Asunción Flores; comíamos todos los días por 30 centavos y Félix Pérez Cardozo con quienes hemos sido como hermanos. Y cuando venían de Asunción los artistas jóvenes, los formábamos y ayudábamos en su arte musical…, pasó igual con Abel Colmán, de Formosa, que integró su conjunto con Eulogio Cardozo y Riveros-Echague, el dúo Melga-Chase, y el más formal era el coronel Velilla, era el más serio del grupo; nosotros éramos los más bohemios de esos tiempos.

-Le estoy hablando de la friolera de más de cuarenta años atrás…y lo prolongaría casi a medio siglo. Vivíamos juntos con Aparicio de los Ríos, Raúl Alonso y otros; así formábamos una familia numerosa por cierto; lo integraban también gentes como Manuel González Godoy, que puso muy arriba el estandarte paraguayo, y también Oscar Mendoza.

-Tendría que citar a muchos, uno podría incurrir en involuntarias omisiones de precedencias y personas, pero creo que fue Samuel Aguayo, Eladio Martínez, ya he citado a Flores y Pérez Cardozo, luego vino Jacinto Herrera y posteriormente Rubito Larramendia y hermanos, que en el año ´53 (me muestra una invitación) en el funeral cívico a Félix Pérez Cardozo, un 23 de octubre, tuvo nacimiento oficial mi Canto al Paraguay en la voz de Rubito Larramendia y hermanos.

-Imagínese cómo no habría de nacer sino de la gran admiración que siento por su país. Me sentía motivado porque vivía con excelentes músicos con quienes compartíamos el techo y hasta la cama. Y esta comunión constante con hombres y música me inspiró esa melodía. Además, está el calor de sus gentes, ustedes son derechos como plomada –como dicen en Entre Ríos- y todo eso se aúna formando un caldo de cultivo propicio para una auténtica amistad.

-Disculpe, en qué momento inspiracional se situó cuando compuso su Canto al Paraguay ?

-Se iba haciendo a medida que se iba viendo, al contacto con sus gentes y con su historia. Por otra parte, le repito, que como provinciano tengo la plenipotencia de poder hablarle que la llamada guerra de la Triple Alianza, que nosotros los revisionistas llamamos Triple Infamia, lo digo, con autoridad y responsabilidad, nos enseñó a repudiar lo malo y querer lo bueno, de mi religiosidad si se quiere, con el Mariscal López y todo el pueblo guaraní. Todo esto iba naciendo y creciendo a un ritmo acelerado durante mi estadía en Asunción.

-Le diría ninguno, y lo hago con respeto, amigo Orué, porque el Paraguay lo tengo siempre presente.., y Asunción es imposible olvidar. Pero sí tuve la oportunidad de visitar y vivir ahí con Angel Berni, una gloria del fútbol paraguayo al igual que su hermano Enrique Berni, entre ámbos mediaba una diferencia de caracteres pero un mismo corazón noble. Angel es mi hermano, no mi amigo. Y serían incontables las anécdotas que tengo con él como también lo sería las que tengo con Félix Pérez Cardozo.

-Con sumo gusto, pero antes le voy a aclarar que a mí me han llamado de muchas emisoras para hablar de Félix Pérez Cardozo, pero no me gusta hacerlo, me emociono mucho. Yo he vivido con Félix, este pájaro lírico musical, y puedo asegurarle que es el artista más extraordinario que he conocido sin olvidar los méritos de otro grande que es Samuel Aguayo, que abre el surco y es el pionero, y Samuel Aguayo es y seguirá siendo un oro-cuí. Ahora, Félix Pérez Cardozo es inigualable como persona y como músico, un hombre que no le importaba en absoluto la fortuna ni el beneficio. Yo pude apreciar esto cuando habiendo dejado una fiesta donde el lujo y los apellidos de Buenos Aires eran unos más destacados que otros, Félix llegó hasta nuestro conventillo en La Boca…, y esto jamás se podrá olvidar.

-Desde luego, y mención especial tiene ésta –siempre él quiere que lo cuente y así lo hago-, me refiero a mi amigo Lorenzo Leguizamón. Eran las seis de la tarde y estaba con Félix Pérez Cardozo en un bar tomando una copita de ginebra, y ahí un arpista joven estaba ejecutando el Pájaro Campana. Félix deja de conversar y presta suma atención y cuando termina de tocar el joven la primera parte, Félix se levanta, le da un abrazo y un beso, y tomando las manos de Lorenzo Leguizamón, le dice al numeroso público presente: ”Este va a ser mi sucesor”. Este es un recuerdo que tengo presente siempre.

Huelga recalcar lo de Lorenzo, que efectivamente salió un gran señor y mejor arpista.

-Los mejores. Tanto en la Casa Paraguaya que no quiero hacer nombres, pero nobleza obliga porque toda la comisión directa merece elogios. No podemos dejar en el tintero a su presidente, el Dr. Adriano Cuenca, y a los anteriores, Dr. Nicolás Franco y Andrés Demetri Marchi, ni tampoco a los Nuñez, Centurión, la chica de Resquín, es un grupo muy lindo y esa institución hizo mucho por la cultura paraguaya.

-Bueno, yo soy un poco el casero, y vengo del viejo Centro Paraguayo, junto con su actual vice presidente, el contador Nuñez. He sido presidente durante veinte años de la institución folklórica paraguayo-argentina ”Mi Rancho”, cuando con mis antecesores hicimos las cosas con máxima seriedad y por ese escenario desfiló lo mejor y más granado del Paraguay, como Flores y su coro, y su solista Oscar Escobar, y otros.

-Quiénes son los coautores de Canto al Paraguay y Sirena del Paraná, respectivamente ?

-Eulogio Cardozo, es coautor conmigo y Aparicio de los Ríos de esa bella canción; de Eulogio digo que fue el primer contrabajo que tuvo el folklore, idea de Félix Pérez Cardozo. Mientras que Porfirio Báez es autor conmigo de Sirena del Paraná, y en ese santuario del canto y la música compusimos esta canción con un poeta y musicólogo muy nuestro; me refiero a Norberto Folino y quiero recordar a otro gran argentino pero ”aparaguayado” que es Ben Molar, que dio a conocer con su sello Fermata las primeras guaranias y polcas al nuevo y viejo mundo. Y quiero agregar los nombres de José Herreros, Luis Urtubey, Ovidio Juárez, Martín Gallo, Teófilo Noguera, Fidelino Castro y el embajador Ávila y ese racimo de cuatro arpas paraguayas que han derramado el fruto sazonado de su historial de arquetipo de música de Amerindia, que son Prudencio Giménez, Quintín Irala, Lorenzo Leguizamón y Pedro Gamarra…, para ellos van nuestros mejores tributos de admiración.

-Para este bendito país digo que sigo siendo su soldado a muerte, para mis amigos que sepan que mantengo en alto el honor que me brindaron en llamarme: ”Un paraguayo nacido en Argentina e hijo de argentinos”. Y yo creo que iré a morir al Paraguay, ese pueblo que supo ser y seguirá siendo la nación más adelantada de la América del Sur, y no puedo terminar sin decir: ”Viva el Mariscal López”.

Hay hombres que en su trayecto vivencial justifican la nobleza de su espíritu creando bellezas. Y el doctor Altimier es sin duda uno de ellos. Un ser que con el fuego de su lírica se ganó la admiración y el respeto de todo un pueblo.

CANTO AL PARAGUAY (x)

A tí, bella Asunción, yo te distingo
Vibrando toda mi alma de emoción;
Yo soy, dulce Asunción, igual que un hijo
Que quiere darte un beso en su canción.
Es grande, Paraguay, mi gran cariño,
Conozco de tu gente su bondad;
Son buenos, consecuentes como amigos…
Por eso yo los quiero de verdad.

Asunción del Paraguay
Capital de mis amores
Tus naranjos y tus flores
Los recuerdos sin igual
Paraguay de mi querer
En mis días de errabundo
Que corría por el mundo
Yo de tí me enamoré.

Si bien yo soy zorzal de otras playas
Cantándole a tu pueblo soy feliz;
Le canto donde quiera que yo vaya
Canciones con nostalgia guaraní
Oh, suelo de mis líricas quimera
Oh, tierra de esperanzas y de amor…
Tus calles, tus mujeres, tus burreras,
Me llenan de ternura el corazón.

Letra y Música:
Heriberto José Altimier/Aparicio de los Rìos/
Eulogio Cardozo.

(x) Canto al Paraguay ocupó el Primer lugar entre las diez mejores canciones paraguayas, en la selección anual que hacía la Revista Paraguaya FA-RE-MI, en el año 1957.