FIGURAS de ayer y de hoy

 

AMPELIO VILLALBA
No todo es olvido (x)

por: César González Páez
-Periodista-
(cesarpaez@uhora.com.py)

Hay una página en Internet que lleva el nombre de Fa-Re-Mi (www.musicaparaguaya.org.py,), que es una de las más completas en torno a la cultura musical paraguaya. Allí se puede escuchar a grandes artistas y leer muchas biografías de músicos y poetas que han puesto su grano de arena y de sacrificio. Aunque para muchos la vida de los músicos está rodeada del aura de la bohemia, también hay que considerar que el arte folclórico "no cotiza" en bolsa. Sus cultores deben sortear muchas dificultades para que su arte sea reconocido.

Entre las personas que escriben a ese sitio en la web encontramos la carta de una usuaria preguntando por qué no figura el nombre de Ampelio Villalba (1887-1937) entre los músicos paraguayos, y fue por este motivo que lo incluimos como la figura de hoy.

Villalba nació en Caazapá, y es uno de los músicos más talentosos que se conocen en la tierra guaraní, tal como lo reconoce Luis Szarán en su libro Diccionario de la Música en el Paraguay. Señala concretamente que un comentario de la prensa de aquel tiempo (1917) señalaba cuanto sigue: "Se susurra en la ciudad guaireña que es un genio". Conformó un trio con Diosnel Chase y Félix Pérez Cardozo, con el acompañamiento en glosas del poeta Pedro José Carlés, en 1930. Se trasladó a Asunción para presentaciones en el ciclo que entonces dirigía Aristóbulo Nonón Domínguez en el Teatro Granados. Posteriormente se marchó a Buenos Aires, donde se presentó con gran suceso.

Szarán apunta que Ampelio Villalba formó parte de esa inmensa ola de músicos paraguayos que emigraron a Buenos Aires en busca de mejores condiciones de vida.

La autora de la carta que mencionamos más arriba, que firma Mónica Ortega, expresa que "aun cuando poco se sabe de él, fue el creador de la version para guitarra de la música Guyra Campana, pero por cosas del destino casi nunca se ha mencionado esto. Tal vez porque no tuvo una familia que le hiciera la propaganda póstuma, a pesar de que su difunta esposa lo intento, sin ninguna suerte".

La carta agrega más detalles: que él fue un gran músico que partió de este mundo sin gloria (como fue siempre su deseo), en la lejana Buenos Aires. Apunta asimismo que "siempre dijo que él hacia música porque amaba hacerlo, y no para que los demás lo ensalzaran por ello".

Entre sus composiciones más recordadas están: Tres valses paraguayos y las canciones María Luisa, Elenita, Hermelinda, La Carreta, Ñandutí, 29 de Marzo, Pensamiento mío y Todo esta perdido, entre otras. Éstos son los trazos para recordar a un músico que sobrevive en su música.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 7-8 de Julio de 2001 (Asunción, Paraguay).