EMILIO BIGGI (x)

Nació en Asunción el 1 de julio de 1910. Hijo de Elisa Biggi, italiana.

Rebelde y muy poco afecto al estudio, la madre lo inició en varias profesiones como la herrero, carpintero, albañil, empleado de almacén, en donde ganaba seis pesos por día.

El día que cumplía 15 años (1925), el abuelo le regaló un acordeón comprado en un remate. Esa tarde, Emilio ya ejecutaba en el instrumento la polka Campamento. Entusiasmado, el abuelo le dijo: ”En poco tiempo tocarás en una orquesta”. Biggi explicó al abuelo que con ese instrumento era imposible y allá fueron a la casa Viladesau a cambiar el acordeón por un bandoneón sin estuche, que solía envolverlo con una toalla.

En la semana siguiente, Emilio Biggi debutaba como bandoneonista en la orquesta de Gerardo Fernández, cobrando por esa actuación 400 pesos. Tal es el inicio del artista en el mundo de la música.

Como guía Scout del batallón Rojas Silva del padre Ernesto Pérez, había aprendido a tocar el bajo, conocimientos que aumentó cuando se incorporó a la Banda de la Policía de la Capital.

Ya en Buenos Aires, aprendió a tocar el piano y perfeccionó sus estudios de música, composición y armonía, con el maestro Pedro Rubionne. Variaciones sobre un tema guaraní se tituló su tesis que mereció la calificación de sobresaliente

El bandoneón fue el instrumento más cultivado por Biggi, y con él creó todas sus composiciones, las que tienen una vigencia admirable. Ejecutando ese instrumento, formó una gran orquesta en Asunción y actuaba en las salas y clubes más distinguidos de la época: El Bolsi, Vertúa, Belvedere y el Club Mbiguá.

Hacia la mitad de la década del 40, acompañó con su orquesta al entonces Presidente de la República Gral. Higinio Morínigo, hasta Buenos Aires.

La orquesta de Biggi tuvo continuidad más adelante con la dirección del maestro Fructuoso Barreto (padre del músico Papi Barreto) cuando Emilio viajó al norte del continente integrando una embajada artística paraguaya. Como resultado de este viaje, se afincó en Venezuela.

Casado con la dama venezolana Carmen Osorio, tuvo dos hijas: Carmen Elisa y Amalia Cecilia. Terminó sus días desempeñando la tarea de Profesor de Gimnasia en un colegio de San Cristóbal (Venezuela) donde murió el 28 de mayo de 1969.

Dos poesías de Emilio Biggi

   PARAGUAY

Paraguay, tierra ideal

Es tu suelo un jardín

De poemas, amores y flores…

Paraguay, nido de ternuras

Romántico lar, de cielo sin par.

Tierra guaraní, ardiente y viril

De cantos de amor y un sol tropical…

Oh! Edén guaraní de romances lleno

En cuyo seno guardas tesoros mil;

Hay perfumadas selvas, prados de ensueños

Con encantados lagos de color añil,

Tus cordilleras tienen divino encanto

Pues guaranias el viento teje al pasar

Y en embrujadas noches de ronda y canto

Gimen las serenatas romanzas bohemias

Sedientas de amar.

Eres Paraguay

La tierra ideal

De cantos de amor

Y un sol tropical.

         POR TU CARIÑO, MADRE!

Hoy quiero recordar

Del lejano ayer

Mi feliz niñez

Con este cantar…

Al ángel bueno aquel…

De mi corazón

Quiero darle, fiel

Toda mi emoción.

Santa madre, hoy tu cariño

Dulcemente quiero evocar

En mis ansias vuelvo a ser niño

Y en tus brazos quiero otra vez soñar…

Ángel bueno que en mi destino

Es mi estrella de amor y fe

A encontrarte doquiera estés

Madre ay! va mi cantar…

       

(x) De la revista Campaña Nacional del Ñemomarandu, que se hizo bajo la iniciativa de Oscar Nelson Safuán, con el apoyo de instituciones oficiales y entidades privadas.