Memoria viva


Canción con nombre de mujer

Emilia



En Buenos Aires, el músico y compositor Fernando “Chiquito” Valenzuela conoció
y se casó con Emilia, a quien su anterior marido –Pedro Gamarra- le había dedicado una polca con su nombre.

por: Mario Rubén Álvarez
Poeta
(alva@uhora.com.py)


Aquel nombre –Fernando Valenzuela- había aparecido de un modo casual en la historia de la polca Irene, con música de Virgilio Centurión, publicada en esta misma sección del Correo Semanal. ¿Quién había sido aquel músico? La referencia, de Mauricio Cardozo Ocampo en su libro Mis bodas de oro con el folklore paraguayo (Memorias de un Pycháï), solo mencionaba que la orquesta de Centurión, con su voz, había grabado la canción que, finalmente, resultó tener dos destinarias. No había más datos.

Transcurrió el tiempo y, desde Buenos Aires, su hijo, también llamado Fernando Valenzuela, escribe un e-mail al autor de estas historias semanales. Y rescata del olvido la memoria de su padre, cuyo vigésimo aniversario de fallecimiento se recordará el próximo miercoles 21 de mayo. El músico y cantante Fernando Valenzuela –fundador, junto a Agustín Cespedes, Héctor Ayala Soler y Francisco Cabral-, del conjunto Los Luceros del Paraguay, en realidad se llamaba Severiano Milciades Valenzuela. Su nombre artístico era Fernando “Chiquito” Valenzuela. Así se le conocía en el mundo de la música. Vivió durante años en la capital argentina. Por su casa desfilaron grandes creadores e intérpretes paraguayos como Herminio Giménez, Demetrio Ortiz, Florentín Giménez, Aparicio de los Ríos, Cristino Báez Monges y otros.

En 1968, la vida de “Chiquito”, de acuerdo a lo que relata su hijo, tuvo un brusco giro, al conocer y enamorarse de quien sería su madre: Emilia María Magdalena Barboza. “Se conocieron en una reunión familiar por intermedio del hermano de mi mamá, Osvaldo ”Papi” Barboza, quien por entonces ya integraba el conjunto de mi padre, Los Luceros del Paraguay”, cuenta.

Tanto Emilia como Fernando ya se habían casado en primeras nupcias. Ambos, a esa altura de sus vidas, estaban separados. El marido de ella había sido el arpista y compositor Pedro Gamarra –nacido en Asunción el 18 de enero de 1918, dúo, en algún momento, de Diosnel Chase, integrante del conjunto de Félix Pérez Cardozo y radicado hasta su muerte en San Pablo, Brasil –quien le dedicó la polca Emilia. Ella, junto a su hermano Osvaldo y su esposo (Pedro Gamarra), formaba parte de un trío. “La voz de mi madre era muy hemosa” cuenta Fernando Valenzuela hijo. El casamiento se había realizado en Posadas. Emilia aún no había cumplido los 20 años entonces.

Tiempo después se produjo aquel encuentro entre “Chiquito” y la destinataria de aquella polca que la describe, aunque desde la perspectiva de otro amor. Sin ganas de perder el tiempo, deciden vivir juntos sobre la calle Moreno, en Buenos Aires siempre. “Me contaron que Pedro (Gamarra) se enteró de que quienes serían luego mis padres estaban juntos y se puso muy contento”, comenta Fernando Valenzuela, primer hijo de la nueva pareja. Luego nacería Patricia Liliana. Emilia, antes, había dado a luz a Marcelo Fabián.

Tras el fallecimiento de “Chiquito”, Emilia y sus dos hijos se mudan a Posadas, donde ella, en 1990, fallece.

A esta altura, Fernando “Chiquito” Valenzuela es un músico al que no muchos conocen. Entre sus colegas –sobre todo los que vivieron o estuvieron alguna vez en Buenos Aires- sí es recordado como un un intérprete de quilates relevantes. Su conjunto Los Luceros del Paraguay, que grabó –entre otros discos- “Canciones del mundo”, interpreta la música paraguaya con solvencia.

Su repertorio se caracteriza por el buen gusto. Fernando Valenzuela, hijo, tiene los mejores recuerdos para su padre y para su madre. De hecho, este homenaje a su padre es posible gracias a su tenacidad y a los datos aportados por él.

 

La letra

Emilia

Emilia,
chiquitita y muy bonita,
muñequita encantadora,
yo te canto mi canción.

Emilia,
espumita de sal pura
que llenaste de ternura
mi amargura y mi dolor.

Emilia,
no te apartes de mi lado,
un poquito de cariño
yo te pido por favor.

Emilia,
muñequita encantadora,
mujercita idolatrada,
yo te quiero corazón.

Letra y música:
Pedro Gamarra


(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 17/18 de mayo de 2003 (Asunción, Paraguay).