JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ (x) |
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por: Jorge Báez Roa
Juan Carlos Moreno González proviene de una familia patricia de la
sociedad paraguaya. Su padre, el
historiador don Fulgencio R. Moreno, era descendiente, por línea materna, del
prócer Fulgencio Yegros. Una genuina vocación por la música y una vasta cultura
humanística perfilaron su vida de hombre y artista. Compositor de subidos
méritos y virtuoso del piano, ejerció la enseñanza por este instrumento durante
años, al punto de constituirse en maestro de varias generaciones de músicos.
Al cumplirse un lustro de su muerte, no resisto la tentación de acudir a
mis recursos vivos para suscitar algo de su espíritu entre nosotros.
Tendré que remontarme a los años
cuando asistía a las clases de música en el Ateneo Paraguayo, que las presidía
él como director de dicha institución. Un fervoroso discipulado lo rodeaba en
aquellas aulas. Pude seguir de cerca muchas de sus clases y recuerdo cómo, más
allá del dato artesanal, del principio escolástico que cimenta la técnica de un
instrumento, gustaba analizar minuciosamente la obra ejecutada, para adentrarse
enel espíritu de ella, con lúcida conciencia de cuando habrá querido expresar
el autor.
Gustaba cantar y repetir, acompañándose del piano, algún motivo rítmico
o melódico, como subrayando la importancia del mismo en relación al todo de la
obra. Y esto lo hacía con una insistencia que se grababa en la memoria de quienes lo tratábamos,
Le caracterizaba, como músico, una objetividad que le permitía sopesar
sus posibilidades y sus limitaciones, sin falsas poses. Era claro y sencillo
como un niño. Y cuando de sus obras se trataba, se exaltaba al escucharlas,
aunque rehusaba hablar de ellas las más de las veces. Nada era más ajeno a su
pensamiento que ver en la música una manifestación de inmediatez subjetiva.
Solía repetir que, si bien toda obra de
arte necesariamente hace referencia a algún
Cuando alguien decía que sólo los románticos habían sabido expresar sus
emociones con acabada propiedad y, por el contrario, los clásicos nos
presentaban sus obras de un
Fue a finales de la década del sesenta cuando más lo traté. Moreno
González ocupaba por entonces la Dirección del Conservatorio Municipal de
Música. Recuerdo que en cierta ocasión me puse a leer algunos conceptos de
Pablo Casals acerca de la música de
Haydn, música que admiraba el célebre violoncellista, porque veía
en ella una constante y seductora invención. Casals había dicho:
“Cuántas obras admirables nos ha dado Haydn sirviéndose de la sintaxis y
el vocabulario de su tiempo a igual que Bach, Haendel, Mozart, quienes muchas
veces se convertían en copistas, e
incluso en imitadores de obras de los maestros de sus respetivas épocas o de
los que les habían precedido. Y, sin embargo,
qué “originales” fueron por la fuerza de su
Moreno González experimentaba en la “composición” aquello que ha
subrayado Aaron
Sí, la desgracia no abatió el ánimo de
nuestro artista. Siempre hubo en él un niño, con sus alegrías y sus travesuras.
Hace cinco años que,
tras una penosa enfermedad, Juan Carlos Moreno González último aliento. En
el acto de sepelio dije algunas palabras: “ Juan Carlos Moreno González representó
en la vida paraguaya, durante
muchos años, toda una categoría humana, por sus vastos
“Pero fue la composición musical la que atrajo con persistencia vocacional su interés, su devoción. Un mundo de belleza a través del arte de los sonidos supo crear a lo largo de su vida.
“Como compositor no circunscribió su labor a obras para su instrumento preferido –el piano -, sino que incursionó con maestría en las creaciones sinfónicas, manteniéndose siempre fiel a una temática
surgida de las visiones de su tierra y de su rico mundo interior en que, bajo una aparente gravedad, vivía un niño con sus alegrías y sus travesuras de que nos hablan sus “scherzos”.
“La zarzuela paraguaya lo tiene como a uno de sus cultores, justamente
con Manuel Frutos Pane. Trascendiendo lo pictórico y decorativo de escenas de
la vida nacional, nos introduce en la sicología del hombre de nuestra tierra
con todos sus atributos
“Miramos ahora su formidable legado espiritual a la tierra que lo vió
nacer y a la que dedicó su talento y sus mejores afanes. Sentimos una profunda
admiración por él,
(x) Del diario ÚLTIMA HORA
JUAN CARLOS MORENO GONZÁLEZ
Entre tangos y zarzuelas (x)
por: César González
Páez
(cesarpaez@uhora.com.py)
Qué tal si dijéramos que el cantante Carlos Gardel –el célebre Morocho del Abasto- cantó una canción compuesta por un paraguayo y nada menos que un tango ? Así es, en su repertorio figuraba el tema “Margarita”, cuya música pertenecía a Juan Carlos Moreno González (1916-1983), hijo del escritor Fulgencio R. Moreno y de doña Rosario González Filisbert.
Logró entrar en el repertorio de Gardel gracias a un concurso que se realizó en 1929 con el tango “Margarita”, que lleva texto del letrista argentino Gabino Coria Peñaloza, el recordado autor de “Caminito”.
Nuestra figura de hoy es autor también de canciones populares como “Pobre pebeta”, “Con tarjeta de cartón”, “Mi casita” y “Cuando era buena”. En el campo sinfónico dejó títulos como “Kuarahy mimby“ (La flauta del sol), “Movimiento de concierto para piano“, “Paraguay ko´ë” para coro y orquesta. Su creatividad se volcó en melodías para piano como ”Tres aires paraguayos” o ”Sonata para piano”, y con libretos de Manuel Frutos Pane puso música a lo que se denominó zarzuela paraguaya, dejando estos títulos: “La tejedora de ñandutí”, “María Pacurí”, “Las alegres kygua vera” y “Paloma parã “.
Su inquietud se volcó en el ensayo, publicando numerosos artículos sobre temas musicales en la Revista del Ateneo Paraguayo y en diarios de Asunción. Es autor de un folleto analítico: “Apuntes para la Historia de la Música del Paraguay”, que salió de la imprenta allá por 1982.
Fue director del Conservatorio Municipal de Música. Como compositor se lo definía, según el Diccionario de la Música en el Paraguay, de Luis Szarán, como un hombre versátil que abarcó prácticamente todos los géneros, especialmente en la música de cámara. “Su estilo se puede definir como clásico-romántico, con influencias de Beethoven. En algunas composiciones su lenguaje armónico, especialmente en su música para orquesta, llega a ciertos exotismos que le brindan un aire de modernidad, aunque sus estructuras son puramente neoclásicas.”
Las crónicas indican que a los once años de edad perdió las dos piernas en un accidente, lo que frustró su inicial deseo de convertirse en un concertista de piano. Sus estudios musicales comenzaron como autodidacta, luego se perfeccionó en Buenos Aires y Brasil, y en 1938 recibió una beca para estudiar con el maestro italiano Furio Franceschini hasta 1940. Ese año regresó y asumió la dirección de la Sección Música del Ateneo Paraguayo. Así, este músico compositor paraguayo fue conocido internacionalmente como compositor…de tangos.
(x) Del diario ÚLTIMA HORA (El Correo Semanal), 6-7 de enero de 2001 (Asunción, Paraguay).