Poetas populares del Paraguay

-Fragmento-

ROSICRÁN
y Ñande Ypy Cuerá (x)

por: Dr. Roberto A. Romero
(Historiador, ensayista)

Sin consideramos que todavía hoy, en nuestros días, la edición de un libro de poemas en castellano representa todo un acto de heroísmo y riesgo incalculable -bien lo saben las firmas editoras- podemos imaginarnos cómo sería una empresa semejante en el año 1917, 67 años atrás, cuando apareció el primer tomo de “OCARA POTY”, publicada por la Casa Editora “ARIEL” de Asunción.

!Un libro de versos en guaraní! Sin propaganda ni lanzamiento, ritual entonces desconocido. Y en momentos en que pesaba sobre el vernáculo una montaña de prejuicios, y hasta corría la opinión que vaticinaba con presuntas razones o argumentos socio-lingüísticos, la desaparición posible con el tiempo, de la dulce lengua. Tanto era el descreimiento que existía sobre el idioma aborígen, que un periódico nacional, comentando la aparición de “OCARA POTY”, decía: “Acojemos con suma simpatía esta obrita que quedará como un recuerdo perdurable, cuando el guaraní, muerto ya en los labios del pueblo, con el tiempo aparezca en las páginas de un libro, algo así como una curiosidad extraída de los antros del pasado”. (“EL ORDEN”, Villarrica, agosto 9 de 1920).

El abandono y hasta la persecución que sufrió el idioma nacional después de la Guerra contra la Triple Alianza, impidieron su cultivo y su conocimiento, y el mismo fue perdiendo su antiguo brillo y su color majestuosos.

Miles de voces nativas del tiempo clásico de la literatura escrita de la lengua vernácula, en el mundo de las Misiones Jesuíticas, que fueron registradas por el padre Antonio Ruiz de Montoya en el ”VOCABULARIO”, cuando el guaraní fue usado a modo de idioma oficial de las Reducciones, se fueron perdiendo con el tiempo. Todavía podemos apreciar aquel guaraní purísimo en gran parte utilizado por Rosicrán en su afán de recuperar la primitiva lengua que todavía hablaban los pueblos misioneros, en un canto guerrero que entonaban las milicias de indios de las Reducciones en su lucha contra Antequera y conservada por la tradición en San Ignacio Guazú, que decía:

”Ña manó jhápe,
ña manó Paraguá retãre,
Aní ya jheyá Antequera o mondá
ñane sasö, ya jhupyty vaecué
ñorairö jhápe. Ña manó,
ña manó ñane retãre, ya yucá
pytaguá ñande pocuaisévape,
ñande rugüy ñañojhé,
ñande rugüy, ñamanóne
ñane Retã angá ndive”.

Pocos días después de la tragedia de Cerro Corá, por una Resolución del gobierno provisorio nombrado por los vencedores, de fecha 7 de marzo de 1870, firmada por Cirilo Antonio Rivarola, se prohibió el uso del idioma guaraní en las escuelas, del idioma de la resistencia nacional contra el colonialismo extranjero que penetró en nuestro país detrás de los cañones aliados.

La postergación y la hostilidad que sufrió nuestra lengua nativa durante medio siglo, fue obra de oligarquías nacionales que surgieron sobre las ruinas del Parauay independiente. Ellas, las oligarquías, fueron siempre desdeñosas del indio y de su idioma.

La aparición de OCARA POTY de Narciso R. Colmán, tenía el significado de una vindicación nacional. Afirmaba la capacidad de supervivencia del idioma guaraní como expresión de cultura y como manifestación de la personalidad y autonomía del pueblo paraguayo.

Don Juan E. O´Leary, que prologó el libro, así escribió: “Nadie antes que él ha pretendido aprovechar tan prodigioso venero poético. Porque si alguien ha cantado a nuestra raza primitiva en castellano, nadie ha hecho vibrar su lengua, despertando sus dormidas armonías. Y es así como le corresponde el señalado honor de ser el poeta de la raza, el primer poeta guaraní!”.

“Tanto como el heroísmo de nuestros soldados, nos defendió del guaraní en la Epopeya del ´65. Y si nuestros héroes desaparecieron por la metralla brasileña, quedó en pie, irreductible, el muro infranqueable del idioma, detrás del cual se conservó la patria agonizante. Los vencedores pudieron rectificar nuestros límites y usurpar nuestro territorio, pero fueron absolutamente impotentes para anular esa frontera trazada por la lengua, que ponía un abismo entre ellos y nosotros”

“Narciso R. Colmán realiza una función patriótica, difundiendo laas bellezas de nuestro idioma, dignificándolo con los arreos de la poesía y contribuyendo a enriquecer nuestro ya pobre vocabulario con la divulgación de innumerables palabras que nos son desconocidas. Imposible no admirar a través de sus versos al Paraguay”.

Era entonces Rosicrán Juez de Paz de San Bernardino, y en ese anfiteatro natural formado por las cercanas colinas perfumadas y las azules olas del lago legendario, encontró el lugar ideal para escribir la mayor parte de sus poemas del OCARA POTY. Los jazmines trepaban las tapias de su morada, rodeada de rosas y de mburucuyá. “No me extrañó que se radicase en San Bernardino un poeta, pues para ellos y los que sienten la soledad grávida en belleza se ha estructurado”, escribió Manuel María Oliver que lo había visitado, en un artículo titulado: “Con el poeta de los guaraníes”, en LA RAZON de Buenos Aires del 24 de junio de 1931.

OCARA POTY es un rámillete de flores silvestres: Canciones folclóricas, llenas de poesía donde se vuelca en versos tiernos y filosóficos, la voz del hombre de la tierra, del hombre de los surcos:

“Ñande cuéra paraguái
Ñande cú ya jhacjhu eté,
Jha hoiméro iporã mí va
Y pype ña jhendu sé.
Cóva nico ché ayapó
O ye purajhéi varã,
Cocué güi yayú riré
Ndi ya vyhái rö güará.

El segundo Tomo de la obra fue publicado por la Casa Editora ”ARIEL” de Asunción, en 1921, con un Prólogo poemático del Dr. Cecilio Báez, que también prestaba oídos al risueño llamado de musas:

”Poeta guaranio,
tus flores agrestes,
rosadas, celestes,
me gustan a mí;
envidia me causa
tu amena floresta
yo quiero una cesta
de OCARA POTY.

Cantor de los campos,
tus flores doradas,
turquinas, nevadas,
me gustan a mí;
son flores del alma
tus dulces playeras,
yo envidio tu eras
de OCARA POTY

El aroma de eas flores se dispersó por los cuatro vientos, y llegó muy lejos, hasta donde había paraguayos.

uenos Aires, 22 de abril de 1922. Estimado amigo Rosicrán: Dos hermanos en el arte y admiradores suyos se permiten adentrarse en su recuerdo y pedirle la remisión de ”Ocara Poty”, si posible es, un ejemplar para uno de estos intrusos, quienes tienen el propósito de saborear sus producciones y hacerlas también gustar a muchos. Así es que cuando más ejemplares vengan, mejor; y quién sabe si para usted también, pues la propaganda redundaría, no sólo en beneficio de nuestro país sino en el de uno de sus hijos más legítimos. Nuestro concurso, musical y poético, siempre está a sus órdenes, y puede ser nomás que con sus versos en la mano y en el alma, nazca alguna canción digna o alguna traducción. Por todo lo cual intensificamos nuestra impertinencia pidiéndole el envio lo antes y lo más posible. Reciba nuestros saludos fraternales. FACUNDO RECALDE-REMBERTO GIMENEZ”.

Ningún poeta nacional ha alcanzado tanta nombradía y tan inmediata como Rosicrán, con la sola publicación de su primer libro. Este, además de ser el primero en su género que se editó en el Paraguay, guardaba en su ramillete de flores silvestres, el alma aborígen de nuestro pueblo. Y ya lo consagró como el grande poeta de su idioma.

“OCARA POTY” tiene tanto valor como poema nacional como el que se puede atribuir al Martín Fierro o al Tabaré. Por más que se exagera, Martín Fierro es una derivación del gran romance popular andaluz, y Tabaré una mixtificación de epopeya calcada en la retórica de los románticos españoles (Espronceda, principalmente). En cambio “OCARA POTY” está unido a la suerte histórica de un idioma que puede evolucionar y ser en el tiempo uno de los más poderosos elementos de la cultura indígena americana”, escribió el uruguayo JOSÉ MORA GUARNIDO, “La Literatura Indígena Paraguaya”, “LA VOZ DE MADRID”, mayo de 1925.

A “OCARA POTY” puede considerarse con justicia, como la fuente culta de la literatura guaraní.

(x) Del diario HOY, viernes 29 de julio de 1983 (Asunción, Paraguay).




NARCISO R. COLMAN (ROSICRÁN)

 

  Eloy Fariña Nuñez, el autor de ”Canto Secular”, escribió a Rosicrán dede Buenos Aires, el 15 de setiembre de 1920, diciéndole: “Ya que usted domina el guaraní moderno, por qué no intenta usted un  canto épico, el poema de la raza ? Si usted acertara a escribir una obra semejante, se habría conquistado de seguro la inmortalidad más duradera que el bronce”.

  Y ya estamos con ”ÑANDE YPY CUERA” (Nuestros antepasados o Génesis de la Raza), POEMA ETNOGENETICO Y MITOLOGICO-Protohistoria de la Raza Guaraní, seguida de un estudio etimológico de los mitos, nombres y voces empleados”. Imprenta EL ARTE, Asunción 1929. Con ilustraciones del pintor correntino Amado Puyeau, sobre los mitos guaraníes.

  NARCISO R. COLMAN (Rosicrán), publicó luego “NUESTROS ANTEPASADOS” (Ñande Ypy Cuéra). Versión castellana del mismo autor. IMPRENTA Y EDITORIAL GUARANÍ- San Lorenzo (Paraguay) 1937. La imprenta pertenecía a don Guillermo Tell Bertoni.

  ÑANDE YPY CUERA es un poema mitológico que intenta reconstruir una cosmogonía, donde el autor evoca las divinidades que dieron orígen a la nación de los guaraníes, que fueron nuestros antepasados. El hallazgo de una gigantesca escultura guaranítica en la gruta del cerro Tatú-cuá de Acahai dio nacimiento al poema que no es sino “el resultado interpretativo de los jerolíficos que presenta  la consabida escultura indígena”, según el autor. Poema etnogenético que relata la apasionante trayectoria seguida por la raza aborígen desde la aparición de los primeros hombres, creados por Tupã y Arasy, habitantes del sol y de la luna, con la arcilla del lago Tapaicuá, a semejanza de ellos, que fueron las estatuas transformadas en dos vigorosos seres humanos: Rupãvé y Sypavé, la primera pareja sobre las colinas de Areguá. Tal es el orígen de la raza guaraní en el libro de Rosicrán.

  Desfilan en el poema los dioses protectores de la raza, y los héroes y genios que han de habitar la tierra junto con los hombres. Aparecen por turno los genios del bosque: Teyú-yaguá, Mboi-Tui, Moñay, Yasy-yateré, Curupi; las virtudes y los defectos humanos. Hay personas sabias como Tumé –arandú; hermosas como Porasy o exquisitas cantantes como Yrasëma; acaso no hay también hombre-loro como Mboi-tu´í, hombre-vibora y hombre-perro como Mboi-yaguá; hombre-lobo como Luisón, feos y malos como Moñai, y más peligrosos todavía porque llevan sus deformaciones en el alma, donde los jeroglíficos son más difíciles de descifrar que los del cerro de Paraguarí.

  ÑANDE YPY CUERA es una obra de arte y de filosofía.

  La obra de Narciso R. Colmán fue recibida en los medios científicos y culturales del país, y del extranjero, con interés y admiración.

  El Dr. Moisés S. Bertoni lo consideró, no como una simple novela, sino como una notable contribucción para el folklore americano.

  Desde España “Manises (Valencia). 26 de mayo de 1930. Sr. Narciso R. Colmán. De mi estima: Al cabo de tantos meses, que no han sido por cierto por inacción, hemos de darle buena nueva de sus dibujos, algunos de los cuales están ya realizados, y creo que bellamente, en piezas cerámicas que serán expuestas en breve, entre ellos los Pa´i Sandú, Porã Sy y Pirá Yaguá.

  Para doumentarnos mejor y evitar “lapsus” le agredeceríamos infinito nos remitiese un ejemplar de “Ñande Ypy Cuéra”, traducido, si la traducción se ha publicado ya. Una vez confrontados los datos, le remitiremos una serie de dibujos. Agradeciéndole desde ya su envio, mi esposo le saluda, y queda de Ud. servidora y amiga. JOSEFINA PLA DE CAMPOS CERVERA”.

  Julián de la Herrería, el ceramista que tenía el alma de poeta, y que dio al arte universal los frutos espirituales de su tierra, utilizó también en los dibujos de una serie de sus coloridos platos, las figuras mitológicas de la obra de Rosicrán.

   ---------      ------------------       -- ----------        ----------------

  Los mitos  de “ÑANDE YPY CUERA” son formas religiosas que representan ideas que se han perdido, que sufrieron transformaciones y que sobreviven en el alma popular como superticiones, pero que fueron verdades en la mente y en la conducta de nuestros antepasados. Asi, Yrasëma –murmullos de las aguas- arrancaba dulces arpegios del Mbaracá para embellecer el alma de sus amigos. Lo mismo que ETIGUARA, el poeta que recitaba versos armoniosos para unir a sus hermanos, ennobleciéndoles el corazón. Y también  la figura de Angecova, el Juez de los guaranies, que no enviaba a la cárcel a los culpables, sino que les trabajaba la conciencia para provocar en ella el peso del remordimiento, el único castigo que redime de verdad.

  “Ñande Ypy Cuéra” es una obra genuinamente nacional. Los rasgos antropológicos de los primitivos guaraníes fueron retratados de acuerdo con datos y rastros extraídos de los mismos lugares donde habitaron, que fueron explorados personalmente por el autor, como en las llanuras de Paraguarí, Carapeguá, Ybycu´i, Acahai e Ybytymí. Con esos materiales construyó el poema con profundo conocimiento de los hábitos indígenas y manteniendo los elementos gramaticales en el modo de expresión de los mismos aborigenes.

   “Yo no empleé palabras exóticas para mi poema, ni giros rebuscados. He reflejado el temperamento de la raza en su propio idioma, dulce y armonioso”, expresó Rosicrán. El mismo explicó las fuentes de su inspiración.

  “Che nicó ndaicói ajhecá rãevo pe MIL Y UNA NOCHE rupi, mba´épa oicó raca´é ymave aipó ARABIA rupi, ayú jhaguá aro purajhéi pende apytépe: Che nicó ajhánte voi aje povyvy co ñande corapyrupi, ñande ca´aguy jhokypáva rupi, terã umi´ñu jhovyporãvéva rupi, umi mbocayá poty ndive, umi yai mimí jhacüambáva ndive…Umiva yepevé aicó ambuaty jha áru ayapeté cuatiáre, jha ambo yeguá avei ñande ypy cuéra recovecuére, jha osë ichugüi “las leyendas guaraníes”, anivé jhaguá  oicó tesarái maramové”.

..”Umivante cu la ché ayapova jha ajheyá miva peëme purajheirã”.

  Allí se define el estilo de su vida y de su obra.

  Precisando conceptos: ETIGUARA fue un poeta guaraní cuando la lengua era puramente oral. NARCISO R. COLMAN fue un poeta en guaraní, que escribió su poema épico utilizando la métrica castellana, en décimas y cuartetas de melodiosa rima que hacen su lectura fácil y agradable.

  El esfuerzo de Rosicrán para mantener la pureza del habla indígena fue titánico. Tuvo que salvar dos cuestiones lingüísticas: el YOPARA y la GRAFIA del idioma. EL YOPARA hace al vocabulario solamente  pero no modifica la estructura gramatical del español ni del guaraní. Ambos idiomas mantienen su independencia. El “yopará” no es una Tercera lengua, simplemente porque no hay modificación de normas idiomáticas. Narciso R. Colmán escribió ÑANDE YPY CUERA en un guaraní auténtico y castizo, sin utilizar el YOPARA. Tampoco lo utilizó en “Ñandeyara ñeé Poravo Pyre” (1935).

  Colmán trabajó por la unificación de la grafía guaraní. “En el Gimnasio Paraguayo”, escribió: ”Comenzamos este estudio, sin ningún resultado. En el Ateneo Paraguayo, con la Presidencia del Ministro de I. Pública, Dr. Juan Francisco Recalde, los proseguimos, hasta que por fin, tras una lucha tenaz que duró tres meses, conseguimos unificar esta grafía. Después de firmadas las actas de aprobación dejamos pasar un tiempo y lejos de cumplir lo que hemos aprobado seguimos estirando otra vez, cada cual por la senda de nuestras predilecciones.”

  ROSICRAN tenía su propia grafía; utilizó la “Y” griega como consonante para escribir “ye” y la “I” latina de Montoya con la media luna encima, como sexta vocal para representar el sonido guttural propio de la lengua, así como la “JH” para la aspiración pidiendo disculpas a sus colegas de “Cultura Guaraní” por no usar la “H” sola, a la que no puedo acostumbrarme”, decía.

  Cuando apareció la grafía  llamada científica, aprobada por el Congreso de Montevideo de 1950, se opuso terminamentemente a la adopción de la letra “J” para expresar “ye”. Y cuando su amigo el padre Antonio Guasch retornó  al país luego de haber participado de aquel Congreso, Rosicrán le dijo: “Aicuaã rejhó jhague re cambia Ñandeyara rera. Mba´ere ere Narciso? Rejhó nicó pea atype jha pe Ñandeyara rangue ere Ñandejara”.

  Rosicrán nos dejó su mensaje:Debemos elaborar. Escribió una forma de ortografía y prosodia uniformes. “Entonces solo con esta ortografía inconmovible podremos comenzar a escribir a escribir libros serios, especialmente los textos destinados a la enseñanza o cátedras del idioma nacional que se propicie.”

  Trabajaba y producía cada vez con mayor intensidad como apremiado por el tiempo inmisericorde, hasta que en la fría madrugada del día 31 de agosto de 1954, hace 29 años, falleció Rosicrán en una cama  del Hospital de Clínicas de Asunción. Tenía 78 años de edad.

  Hubiera querido morir en brazos de natura, como los dioses paganos de sus versos como Ca´aguy Porá. Ilusión que cantó Ocara Poty:

Cu amano mbotá riré
Guyra campana o doblá,
O ñembo´e mamangá
Jha jhasë corochiré;
Guyra tatá ou guivé
Na icotevei tataindy
Umi muá ysoindy,
Oú ne che mongorá,
Jha misa oyapo vara
Cardenal jha mainumby!

  En su delirio creía penetrar en los valles floridos de Ybytymí, cuando en realidad penetraba ya en los valles de la inmortalidad, conducido por Pa´í Sumé, en la tierra sin males diciendo versos guaraníes.

(x) Del diario ÚLTIMA HORA ( El Correo Semanal), viernes 29 de Julio de 1983