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Paraguayos que hicieron historia por el mundo…

VICTOR GARCETE (x)

por: Arquimedes Laconich

VICTOR GARCETE: Preciso instante que nuestro compatriota es condecorado con la

distinción más alta a un combatiente extranjero. La ceremonia se realizó frente al ejército

Francés al mando del General Charles De Gaulle, al finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945.

  Conocí a Víctor Garcete en París, en el invierno de 1950. Era él en esa época perito de cueros y pieles a buen sueldo de la firma Oiget y Palatini, en razón  de sus conocimientos técnicos adquiridos en la Universidad de Lyon y en la Escuela  de Artes y Oficios de París.

  Alternaba  su trabajo con la distracción que para él representaba asistir diariamente de 9 a 14 horas a nuestra Embajada y Consulado, donde cumplía –sin renumeración alguna- importantes tareas. Al preguntarle yo la razón  de esta singular situación me respondió  que le encantaba hacerlo. Su contestación fue tan simple, llana y espontánea que la admití sin reserva.

  Convirtióse  Garcete en mi amable cicerone, como lo fue de tantos compatriotas llegados a París. Su gentil esposa Madame Jeanne  se alegro, una vez más, al recibir a otro paraguayo a almorzar en su casa. Fue para ella una satisfacción plena de alegría, de esa alegría que solo dá satisfacción de ver llegar de muy lejos, después de una larga ausencia, a un ser querido. Es ella de risa fácil y contagiosa, circunstancia que hizo que en aquella oportunidad las horas pasaran sin uno darse cuenta. La hermosa residencia 9 Villa de Bais Callais, en Eaubonne,  propiedad de ambos, está ayer como hoy a disposición de los compatriotas que llegan a París.

  Conocí la Ciudad Luz en sus multiples facetas, gracias a la amabilidad de Garcete. Visitamos mueseos, edificios públicos, monumentos históricos, bibliotecas, teatros, diversiones y fábricas. Capté el resurgimiento de la inventiva y capacidad técnica de post Guerra que ha colocado nuevamente a Francia entre las Naciones más adelantadas del mundo en las ciencias y la industria.

  Es que Garcete no concibe que se tenga un conocimiento superficial de Francia y se empeña que este conocimiento sea en lo posible exacto  y completo.

  Qué le impulsó  a Garcete para incorporarse como combatiente al Ejército Francés? Yo también me hice misma pregunta. Al interrogarle sobre el particular me contestó que creyó era su deber acompañar a su Jefe a la Guerra, y considera hoy que su actitud ha sido correcta. Es lo cierto que Garcete  embarcó directamente a Londres en noviembre de 1940 con el Coronel Ernest Petit, Jefe de la Misión Militar Francesa en el Paraguay a bordo  de un barco inglés mixto que zarpó  del Puerto de Buenos Aires. Después de eludir al acorazado alemán Graf Spee, hundido posteriormente frente a Montevideo, llegaron a Glasgow después de seis semanas de navegación, dirigiéndose a Londres donde se presentaron directamente al General Charles De Gaulle.

  El Coronel Petit fue designado Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Francesas Libres y Garcete fue incorporado al Cuerpo de Seguridad del General De Gaulle. En agosto de 1941 fue trasladado a Africa con la Primera División  liviana de las Fuerzas Francesas Libres. El afecto que tanto el Coronel Petit como el General De Gaulle tomaron a Garcete al través del contacto diario en los duros años de sacrificios que soportaron los franceses después de la capitulación, perdura hasta la fecha y ambos prodigan al entonces voluntario soldado raso paraguayo y después Capitán del Ejercito Francés una afectiva y sincera amistad, según  referencia que me hizo este año en Madrid nuestro Embajador don Federico Chaves.

  Ya en Africa, Garcete fue destinado a la Escuela para Oficiales de Saint Hurst, en Brazzaville, Congo Francés, de donde egresó con el grado de sub-oficial  especializado en carros de combate e incorporado a la Octava Armada Británica al mando del Mariscal Alexander, de guarnición en Siria, participando posteriormente en las acciones de El Cairo y Libia. Fue luego reincorporado a su Unidad, la Primera División de las Fuerzas Francesas Libres al mando del General Kooning, de resonante actuación  en las batallas de la Cirenaica. Cuando en junio de 1943 se produjo el arrollador avance del General Rommel, que copó toda la región tomando 40.000 prisioneros a los aliados, las acciones libradas en Bir Ha Keim –donde estaban las tropas francesas al mando del nombrado General Kooning- cambiaron la suerte de la Guerra y esclipsaron la estrella del general alemán. Esa resistencia que según ordenes superiores podía prolongarse hasta nueve días fue sostenida durante 17 días.

  Recuerdo que una noche caminando por las calles de París con Garcete  se encontró éste con dos compañeros que habían actuado en las acciones de Bir Ha Keim. Saludos, presentaciones y preguntas precedieron a la cena. En aquella oportunidad salieron a relucir recuerdos de la Guerra, especialmente las acciones libradas en Bir Ha Keim, donde los seis mil soldados quedaron reducidos a tres mil quinientos. Se hizo el relato de cómo Garcete en múltiples batallas con su tanque de guerra se comportó como un león enardecido, que acosado por todos lados, hizo destrozos y estragos para defender su vida y colaborar en el triunfo de su Unidad. En un avance, temerario en exceso, su tanque fue incendiado y ametrallado. En un infierno de sangre y fuego logró salir de su tanque cayendo inconsciente, sin poder ser rescatado por su Unidad. Graves heridas en los pies y quemaduras pusieron en peligro la vida de Garcete, quien hecho prisionero fue enviado al Hospital de Cazerta en Florencia, al Norte de Italia. La honrosísima medalla militar de Bir Ha Keim y el ascenso a Teniente, acordados a Garcete testimonian que su heroico comportamiento no pasó desapercibido. Se habló  también en aquella oportunidad de estrategia, de recuerdos y planes para el futuro, de los amigos muertos y mutilados y de tantas cosas que al final, en horas de la madrugada, se oyó  resonar un estridente Viva Francia! Viva el Paraguay!.

  Estando Garcete en el Hospital de Florencia oyó hablar del desembarco de los aliados en Calabria, al sur de Italia. Planeó desde ese día su fuga y la realizó poco después con feliz éxito y no pocas penurias. Se presentó al Cuerpo Expedicionario de los aliados en Nápoles y fue destinado a la 27 Compañia Maching Gun americano, en carácter de  Comandante adjunto de Compañia. El objetivo de su unidad era tomar Monte Casino. Ello se hacía imposible sin el apoyo de la aviación, y éste apoyo fue negado por el Comando aliado en atención a que el Sumo Pontífice consideraba inminente la destrucción del Monasterio allí existente si se efectuaban  bombardeos aéreos.

  La compañia de Garcete fue otra de las tantas aniquiladas en los desesperados intentos de tomar la inaccessible posición. Diezmada las ropas aliadas desde las altas posiciones estratégcas fueron las tropas americanas forzadas a cumplir jornadas de sublime heroismo para ver por fin coronado por el éxito tanto sacrificio. Dio Garcete en los avances sobre Monte Casino muestras de decidido empuje y valor. Diezmada y aislada su Compañia fue herido, hecho prisionero y conducido a Nuremberg (Alemania).

  Su actuación fue premiada con ascenso a Teniente 1° y condecorado  con Cruz de Guerra con Palma y Estrella de bronce, que se otorga previa citación en la Orden  de Ejército y Regimiento respectivamente.

  Por esa época ya las ciudades alemanas estaban siendo bombardeadas por los aliados. Un bombardeo aéreo a Nuremberg hizo posible que Garcete se fugara y con ayuda del servicio de contraespionaje obtuvo ropas  y convertido en paisano llegó a la Estación donde que al igual que otros se puso a cargar materiales en el vagón de un tren, con la diferencia que subió con su carga pero no volvió a bajar. Oculto escuchó que a poco el vagón era sellado y el tren emprendió la marcha. Cuatro días estuvo encerrado al cabo de los cuales el tren descargó en una ciudad que posteriormente supo era Gotemburgo (Suecia). Dió intervención al Cónsul Británico y fue trasladado inmediatamente a Londres y después reincorporado a su Unidad, en las inmediaciones de París. Producida  la liberación de París, fue incorporado a la Segunda División al mando del General Leclerc. Después de actuar en Normandía fue trasladado a la Primera Región Militar, de guarnición en París y desmovilizado con el grado de Capitán, en el año 1947.

  Al regresar  yo de Europa en 1956 supe que el Embajador  don Federico Chaves, quien conociera y apreciara las virtudes de Garcete en un viaje anterior a París, propuso el nombramiento de éste como Secretario de la Embajada, nombramiento que se produjo en Julio de aquel año.

  Viva curiosidad causó en los círculos diplomáticos la deferente atención que el Presidente Coty y el Presidente De Gaulle, después, dispensaban  en las recepciones oficiales al joven diplomático extranjero. Es que la explicación la encontraron al ver lucir las preciadas condecoraciones  militares que Francia había otorgado a Garcete en horas muy difíciles. Es tradición en Francia honrar a los héroes muertos y a los héroes vivos. Y la condecoraciones como las que lucía Garcete otorga Francia solo a los héroes.

  He vuelto a ver a Garcete en Madrid, en enero de este año. Ejerce allí  las funciones de Secretario de la Embajada. El Embajador don Federico Chaves al ser trasladado de Francia en igual carácter a España solicitó el traslado de Garcete a Madrid. Nada ha cambiado en él, ni su modestia, ni su afán de servir y ser útil a todo compatriota. Nuevamente con mi amable cicerone recorrimos Madrid, y en interminables charlas sobre temas nacionales puso de manifiesto su profundo y entrañable  cariño al terruño.

  Veinte y dos años de ausencia han dado a Garcete una cultura y mentalidad europea. Cuenta aproximadamente 40 años de edad y sus patillas empiezan a encanecer. Habla perfectamente el francés y el inglés; comprende y puede darse a entender en alemán e italiano. De risa fácil y modestia extrema, habla en voz baja y sin afectación.

  Garcete se encuentra en estos días en Asunción, en goce de licencia. Se irá  dentro de 20 días saturado de sol paraguayo, lleno de alegría por haber vuelto a ver su casa, su familia, sus amistades con fervor de Patria para servirla a la distancia, cada vez con más cariño.

(x) Del diario PATRIA, martes 27 de febrero de 1962 (Asunción, Paraguay).

Ayer en la guerra…(x)

                     El Coronel López imponiendo la “Medalla al Mérito” a Víctor Garcete

 En un acto realizado en las dependencias de la Asociación de Mutilados y Lisiados de la Guerra del Chaco (Paraguay), el Presidente de la misma, Coronel Wenscelao López, impuso la Medalla al Mérito conferida al Capitán HC del Ejercito Francés, Víctor Garcete, quien se encontraba de visita al Paraguay. El acto se realizó en Asunción, el viernes 16 de marzo de 1962, y fue noticia, entre otros medios de comunicación, en el diario LA TRIBUNA (17-03-1962).

Hoy en la paz…

  Cuando terminaba la Segunda Guerra Mundial, hubo en Francia, la eterna y inmortal, un paraguayo que fue condecorado con la Orden al Mérito. El sólo hecho de que un paraguayo se había alistado en las fuerzas demócraticas llenó de orgullo al Paraguay. Efectivamente, ese paraguayo, Víctor Garcete, se había enrolado al mando del que hoy gobierna los destinos de la V República, General Charles De Gaulle. En los campos de batalla, la estampa del ”paraguayo”, brilló bien alto, a tal punto, que el terminar  la lucha con la victoria de las fuerzas aliadas, su pecho fue cubierto de condecoraciones por sus méritos excepcionales. Y desde entonces..

  Cuando fueron llegando los primeros artistas paraguayos a Francia, guía y luz  del arte mundial, encontraron en la franca mano de Víctor Garcete, que como el gran Pérez Cardozo o Arsenio Erico, brindando su techo y su calor de paraguayo, a sus compatriotas. Y de aquellos…

  ..ya han pasado muchas aguas bajo el legendario Sena. Hoy a mediados de 1958, continua su obra sencilla y grandiosa, sin ruido ni aspavientos, pero firme y seguro hacia la grandiosidad de un bien común. Un buen paraguayo, diríamos.

  En su Villa Des Bas Callais, en la bulliciosa Eabounne, en las afueras de París, su casa siempre está abierta a la visita de un ”paraguayo”. No importa  de qué condición ni color, al final…es un paraguayo, y eso es todo. Su esposa, Jeanne, francesa de nacimiento pero paraguaya de corazón, nos hace recordar que siempre tenemos una madre amorosa y tierna. Es la madre de todos los paraguayos que buscan el calor y el afecto de la madrecita ausente. Ningún artista dejar de recordar con rendida admiración y respeto a esta pareja que tanto hace por el arte paraguayo.

  Cuando Barboza pasa por París,  siempre hay un saludo especial para Eaubonne. Juan Alfonso venga de Egipto o Helsinki, saludará a la cordial pareja Garcete-Jeanne. Paraná  vendrá cansado y fatigado de Cannes o Las Vengas, pero enviará una postal, antes de dormir, a”sus amigos de siempre..”, enseguida escribirá: “Villa Des Bas Callais..”. Nicolasito Caballero pasará siempre sus domingos de infancia en la casa  de esta cordial pareja, y así, muchos otros.

  Nosotros decimos,  si no es tiempo ya, para rendir un homenaje sincero a esta personas. Si en tiempo de guerra, fue recompensado (donde las condecoraciones se justifican, según el Mariscal Foch), ahora  es deber patriótico que en la paz, se le rinda un cálido agradecimiento. Bien sbemos que ellos, siempre seguirán así, porque para ellos, eso “de servir a los paraguayos” es algo más que un culto, y lo llevan ya metido en la sangre.

  Es deber patriótico, si dudas. Porque Garcete-Jaenne, en Francia, fue y continúa siéndolo “amparoy reparo” de los artistas paraguayos que fueron, en aquellos tiempos como los de ahora, a lanzar por los cuatro vientos del mundo la melodiosa música paraguaya!

(x) De la Revista Paraguaya FA-RE-MI No.24, mes de agosto de 1958, (Asunción, Paraguay).

ACOTACION DE FA-RE-MI:

 1) En el mes de setiembre de 1958, se constituyó en París, LA ASOCIACION DE PARAGUAYOS EN FRANCIA. La prmera comisión directiva fue formada de la sgte. manera: Presidente Honorario: Embajador Dr. Federico Chaves; Presidente: Víctor Garcete; Vicepresidente: Luis Alberto del Paraná; Secretario: Angel Sanabria; Tesorero: Gerardo Servín; Asesor Jurídico: Dra. Herminia Ruiz Ovelar. El domingo 18 de setiembre de 1958, fue aprobado el estatuto de la Asociación.

2) Desde hace bastante tiempo, hemos  estado rastreando dos datos importantes sobre la vida de Víctor Garcete: El lugar de su nacimiento y la fecha; y de su deceso, cuando y donde. Hasta hoy no hemos podido averiguar nada con exactitud. De la primera sabemos que habría nacido entre 1920 y 1925, en Asunción; y la segunda, sabemos que podría haber fallecido en la década de 1980-90, en Francia, en los alrededores de París. Pero, como señalamos, no afirmamos nada. Es por eso que recurrimos a los amigos de esta Página Digital, que si tuvieran datos datos relevantes que quisieran compartir con nosotros, estaríamos muy agradecidos.

Enviar sus mensajes, a: farremi@hotmail, o: arpapu@yahoo.com

PD: No existe parentesco alguno entre Víctor Garcete, y el director de este Portal, B. Garcete Saldívar.