"...como un
homenaje de
agreste armonía,
traigo la Guarania,
bella Buenos Aires,
traigo para tí..."

Cuando José ASunción Flores realizaba los aprestos para viajar a BUENOS AIRES en esa búsqueda afanosa de todos quienes integraron con justicia llamada "generación de oro de la música paraguaya", la difusión del rico cancionero popular más allá de nuestras fronteras, su mejor carta de presentación, sin duda, era su genial creación: La Guarania.

Manuel Ortíz Guerrero, persuadido de que era necesario abrazar con música a la capital argentina escribió BUENOS AIRES, SALUD. Flores musicalizó aquellos versos para dar nacimiento a una bellísima guarania.

Manuel Ortiz Guerrero
José Asunción Flores


BUENOS AIRES, SALUD

El ave parlante que canta y solloza de noche y de día,
la Guarania alada de la melodiosa selva guaraní,
presa en seis por ocho como un homenaje de agreste armonía,
traigo la Guarania, bella Buenos Aires, traigo para tí.

Tu gorjeo arpado te trae la cadencia de nuestra floresta,
que amarán tus niños, tus músicos vagos, tu pueblo gentil,
cruzará llorando tu calle Florida y entrará en tus fiestas
a dejar los ecos de alguna silvestre romanza en tu atril.

Son versos y gemidos de un poeta que adora
tus flores del Plata, tu cantar de la Pampa.

Buenos Aires, salud.
Buenos Aires, salud.
Salud.

BUENOS AIRES, SALUD,
o el canto ancestral que
discurre por la porteña
calle Florida en un sincero
abrazo de hermanos.

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